Subway love’s stories

¿Cuantas veces hemos pasado cerca de alguien que podría ser el amor de nuestra vida?

Hay lugares de Santiago que suele ser el mejor lugar para encontrar ese complemento que nos da la posibilidad de seguir adelante y por vivir como seres completos.
Estos lugares suelen ser los menos pensados e incluso los más inverosímiles lugares del mundo.
Conozco por ejemplo la historia de un hombre que encontró a su pareja en un funeral, otra chica conoció a su marido en una comisaría, mas aun, ella es comunista y el paco.
Un amigo conoció a una chica por Internet.
Mi primo esta con una de mis mejores amigas, viven a pasos, sin embargo solo se conocieron hace solo unos meses atrás.

Pero de todos los lugares extraños que hay para conocer personas el Metro de Santiago ofrece una gama de posibilidades tan diversa como seres humanos hay en esta ciudad, es casi como un gran cardume de peces que están imponente y variado de posibles objetivos que los depredadores quedan confundidos si poder actuar.
En este escenario he podido ser testigo de muchas cosas interesantes, se puede hacer por ejemplo, completos estudios del comportamiento humano en esta región del mundo y sobretodo en esos fríos pasillos o dentro de los asfixiantes carros. Pero de todas las cosas que he visto hay tres historia de personas que han estado de alguna manera frente al Amor de su vida, pero este terrible lugar les ha dado tales obstáculos que el fracaso es casi siempre el resultado final.

The Shock
Metro Las Rejas 08:45

Era algún día del año no era sábado ni domingo, no hacia mucho frió, los hombres solo usaban traje de oficina y las mujeres sus vestimentas normales para el trabajo, como siembre entramos en rebaño al carro, acomodando nuestros cuerpos hasta quedar homogéneamente dispuestos en su interior, todos apretados unos con otros incómodamente cerca.
Carla y su amiga Cindy, se toparon con Marcos mientras entraban al metro, Marcos y Cindy son compañeros de trabajo, los saludos son breves, él y carla no se conocen, Talvez lo único en común sea Cindy. El metro avanza y los tres comienzan a hablar, bromean por la hora, todos vamos atrasados. Casi al llegar a la USACH, son mas amenos, se miran, el hace todo lo posible por agradar, ella se deja.
Al llegar a Estación Central, Marcos y Carla quedan frente a frente, un brusco frenar hace que acerquen mas, ella se sujeta en el Vestón, el la toma del hombro, luego con el abrir de las puertas es tal la cantidad de gente entrando que quedan pegados, se miran tímidamente, están muy nerviosos ya no hay risas quedan en silencio, Cindy los mira, a visto lo mis que yo, están tan cerca del beso que solo hace falta el acto, en sus ojos, entre el temor y el pudor esta el deseo, la tensión aumenta y pareciera que todo el mundo en ese carro espera que consumen sus risas coquetas con un apasionante beso, las puertas se cierran avanzamos por el túnel y sus luces parece que van contando los segundos en cuenta regresiva cinco, cuatro, tres, dos, uno. Estábamos de pronto en la estación Los Héroes, El Rebaño descendió y el beso nunca llego.

Bugs

Metro Unión Latino Americana 08:55

Estábamos por llegar al metro los Héroes, las personas comenzaban a acomodarse para descender del carro, yo miraba a la gente sin prestar mayor atención a los sucesos, pero sin embargo, algo llamo mi atención, era un gran insecto dorado, o quizás yo lo vi de esa forma, estaba sobre el hombro de un muchacho, al ampliar el lente de mi mirada capte que era solamente un estampado sobre un poleron verde de un tono claro.
Curioso comencé a mirar mas detenidamente al sujeto, me pareció muy interesante el poleron, era de todo mi gusto, era sobretodo original, el joven era de cabello Rubio ceniza y esta peinado como la mayoría de los joven de hoy, o sea sin peinar, quizás era mas alto que yo, sus facciones eran sencillas y bonitas, no tenia pinta de ser un sujeto arrogante (you know, cool).
Seguí mirando y vi a su lado a una chica mas baja, su cabeza llegaba al mentón del muchacho, su cabello era también rubio ceniza con mas de brillo que el cabello del joven, era hermosa pero increíblemente sencilla, su cabello también jugaba con el desorden y el look era similar al del muchacho, lleva una falda oscura y caí en que el muchacho también llevaba pantalones oscuros, otra vez, ella también llevaba un poleron de color verde claro, muy similar en tono y textura pero no tenia estampado un insecto.
Los vi juntos y de inmediato me llene de envidia, sana, pero envidia, se veían tan unidos y en armonía que mi propia soledad se burlo de mi con el recuerdo triste de mis últimos días.
Había en ellos una relación de tamaños, formas y colores que no pude dejar de pensar en los estudios de Darwin.

Analizando todo el cuadro diré: Eran de la misma especie.

Miraban ambos las puertas del vagón esperando para salir, las puertas se abrieron y yo los seguí con la mirada, para mi sorpresa caminaban en direcciones opuestas.

No podía ser, estaban juntos, eran iguales, el uno para el otro, eran de la misma especie.

No hubo despedida ni antes ni después, solo caminaron en diferentes direcciones cada uno siguiendo un diferente destino, un destino que nunca mas los volvería a encontrar de manera tan propicia, cada uno usando los colores y las formas que en ese momento usaban.

El tren continuo, triste decepción.


Resoluted
Metro Universidad de Chile 21:00

Tal vez era Sábado o Domingo, la cosa es que había pocas personas en el metro talvez era feriado, solo se que fue hace muchos tiempo, quizás no había línea 5, como siempre miraba hacia donde no debía y los vi, jóvenes y hermosos, hablaban tiernamente, ella era de mejillas rojizas, linda y amplia sonrisa, ojos brillantes, fina y delgada, con sinuosos movimientos jugaba con el espacio, lo miraba y le sonreía, el daba gracias a la vida por ese momento, sujetaba su mochila y seguía la conversación con la muchacha, ¿de que hablaban? no se, solo se que ella parecía sacada del cielo, puesta en esta tierra para hacer soñar a los mortales.
Llegábamos a la estación Universidad de Chile, el carro comenzó a detenerse y ella avanzo hacia la puerta, el se quedo parado y la miraba titubeante, ella miro sobre su hombro como diciendo adiós por ultima vez, las puertas se abrieron, ella camino unos pasos mas allá del umbral del paraíso, jiro sobre sus pasos y lo miro fijamente, fue tan clara la invitación a sus brazos que yo también me sentí invitado.

El seguía de pie sin moverse y la miraba como si fuera “fruto prohibido”, había deseo, yo lo sentía también, yo mismo quise saltar sobre aquella ilusión y dejarme atrapar por ese tierno deseo de juventud.

Yo esta a escaso pasos del muchacho y hubo un impulso por expulsarlo fuera de este infierno, hacia las manos de la Diosa del amor que esperaba frente a nosotros, quise quitarle la gueona mochila a la que se aferraba con la cabeza gacha, sintiéndose miserable, para lanzarla fuera del carro y obligarlo a salir al encuentro del amor.

Seré honesto y diré que me dio mucha pena, no quise hacer nada para que el no se sintiera peor, talvez mas que una ayuda hubiera sido una humillación el que alguien mas lo lanzara como un idota fuera del carro, quizás ella hubiera perdido el interés por el, o peor, se hubiera burlado de el.

Estaba frente a mi propia historia de indecisión y frustración, que absurda moral habrá detenido al muchacho, era ella la novia de su mejor amigo, la hermana de su mejor amigo, o simplemente y como yo, sentía que ella era demasiado bella como para fijarse en el y que su llamado era solo un capricho pasajero.

Así que la distancia nos separo sin mover nuestros pies, simplemente, nuestros cuerpos avanzaron en sentidos opuestos a través del espacio y el tiempo.